Reseña: Vidres A La Sang «Fragments De L’Esdevenir» (Abstract Emotions 2022)

Veinte años del nacimiento de los extremos catalanes Vidres A La Sang y parece que fue ayer cuando debutaran con un fantástico disco homónimo en 2004. Mucho tiempo ha pasado desde entonces, buenos trabajos quedaron por el camino. Incluso una disolución. Los egarenses desparecerían en 2010 para más tarde volver a la actividad ocho años más tarde y dejarnos aquél mismo año un más que interesante “Set De Sang”. La banda, formada a día de hoy por Eloi Boucherie (guitarra y voz) y Albert (guitarra), junto al nuevo fichaje Jordi Farré (batería ex-Cruciamentum y músico de directo de proyectos tan interesantes como Tchornobog entre otros) edita ahora por fin un “Fragments De L’Esdevenir” donde el bajo corre a cargo ni más ni menos que de Martín Méndez (Opeth, White Stones).

Este quinto trabajo de los catalanes, grabado, mezclado y masterizado por el propio Boucherie en su Farm Of Sounds Studio, cuenta con artwork del Suspiral Álex Tedín (Balmog, Teitanblood, Cryptworm, Qrixkuor, Grave Miasma…) y vio la luz el pasado uno de julio a través de los sellos Abstract Emotions, Negra Nit, Discos Macarras y Eternal Juggernaut.

Desde las brumas emerge esta “Mort De Paraula” que sirvió a su vez como videoclip adelanto del trabajo. Calmo y elegante prólogo, casi diría que inédito en su discografía, que dará pie a la versión más progresiva y atmosférica del trío. Avanzar pesado, por momentos disonante, cubierto de guitarras que guiñan a su pasado más reciente, esconden su anterior vigor y construyen un corte atrevido y personal. Llamativo igualmente el buen solo de guitarra que ocupa el epílogo. Desde luego un jarro de agua fría para quienes esperen algo remotamente parecido a sus primeros trabajos pero un corte que no logro sacarme de la cabeza desde que oí el disco por primera vez.

Salveu-Me Els Ulls” trae al presente esa vena más extrema que emanaba de sus primeros trabajos. En especial en lo que al desempeño de Farré se refiere, y no tanto en unas guitarras que derivan hacia el retorcimiento primero y la atmósfera después. Sea como fuere bien es cierto que toda vez superamos el prólogo, la banda suelta amarras y alcanza a sonar mucho más reconocible en una serie de clásicas andanadas híbridas entre el death y el black. Aquí el contrapunto lo pondrá la curiosa y casi reflectante línea de bajo de Méndez primero y el vitriólico solo de guitarra posterior. Su parte final, con el habitual contrapunto entre voz y melodía, es marca de la casa, y como no podía ser de otra forma, funciona como un tiro. Estupenda.

Ventres De Llum” pasa por ser la entrega más breve del álbum y lejos de representar la clásica entrega directa y fulgurante, deriva en cambio hacia la cara más oscura y casi diría mistérica del ahora trío catalán. Un páramo desolado en el mismo corazón del disco, desprovisto de toda gravedad, donde la voz de Boucherie declama sin obviar ni una pizca de toda su gravedad. Como reza el tópico: no dejará indiferente a nadie.

Buenos riffs anidando en el prólogo de una “Fins Aquí” decidida en primer término a destapar la cara más ¿progresiva? de los catalanes. Farré se descolgará aquí con una de las mejores líneas de batería de todo el álbum mientras la composición va alternando leves destellos técnicos con pequeñas derivas hacia terrenos que recuerdan, en su tensa calma, a “Ventres De Llum”. No es un corte fácil. Y puede ser el que termine por enfurruñar a los fans más clásicos de la banda. Por otro lado, tenemos un fenomenal puente central. Por composición pero sobre todo por ejecución, que demuestra la gran sintonía entre Eloi y Albert a la hora de cohesionar las distintas capas de guitarra presentes. Otro topicazo: gana una barbaridad con el correr de las escuchas.

La final “Ara És Demà” ahonda en un discurso si bien no idéntico al de su predecesora, sí desde luego cercano. Su tenue prólogo dibuja rasgos que recuerdan vagamente a la banda madre de Méndez, al tiempo que diverge hacia el lado más tranquilo y reposado del trío. Lindando con la psicodelia más leve incluso. Elegantísimo el solo que inunda ese remanso de paz que es el puente central y de nuevo curioso y llamativo un epílogo donde suenan ecos de los trabajos más recientes de bandas tan dispares como Sólstafir, Opeth o incluso Borknagar. Desde luego nombres que uno no asociaría a una banda como esta hace tiempo y que no son sino evidencia palpable del camino recorrido por Vidres A La Sang desde aquél primer disco de 2004.

Quienes les sigáis la pista desde el primer día sabréis de sobra a estas alturas que siempre han sido un culo de mal asiento dentro de nuestra escena extrema. No tanto por el tema del idioma, que también, como por los diversos rumbos que han ido tomando a lo largo de su carrera. “Fragments De L’Esdevenir” viene a profundizar en la senda abierta por el anterior “Set De Sang”. Y lo hace sin alcanzar a parecerse a éste, marcando un nuevo hito en su discografía, derivando más que nunca hacia desarrollos nada usuales en ellos y desafiando todas y cada una de las ideas preconcebidas, saliendo airosos del envite gracias al buen hacer compositivo y a unas ejecuciones, marca de la casa, donde dominan por igual calidad técnica y feeling. “Fragments De L’Esdevenir” supone finalmente un riesgo que no puedo más que alabar, siempre lo he hecho, pero que no dudo pueda enfadar a quienes acudan aquí esperando algo parecido a aquél primer trío de álbumes que la banda editara durante la primera década del presente siglo.

Texto: David Naves

Deja un comentario