Reseña: Apostles Of Perversion «Scars Of A Sick Mind» (Pathologically Explicit Recordings 2019)

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Ni más ni menos que desde el lejano archipiélago canario llegan estos Apostles of Perversion para presentar su segundo álbum “Scars of a Sick Mind”. Diez cortes en apenas veinticinco minutos de pesado, ominoso y cerril brutal death metal, editado a través del sello cordobés Pathologically Explicit Recordings el pasado 3 de noviembre.

Hay una homilía ejerciendo de intro en el arranque de este “Scars of a Sick Mind”, pero la voz que va declamando versos en latín tiene poco de eclesial. Termina e inmediatamente irrumpe “A Gaze into the Abyss of Insanity” que pasa por ser el tema más largo del disco. Death metal brutal, a ratos pesado y machacón, a ratos cercano al slam, incluso llega a introducir voces limpias en determinadas partes. Las guitarras dejan espacio no solo a las baterías sino también al bajo, lo cual es de agradecer. “Extreme Misanthropy” posee un regusto más nórdico, más sueco, como si Dismember montasen una jam con los Disgorge yankees y alguien grabase el resultado. “The Enemy Within” apuesta casi de principio a fin por blast beats incesantes sin dar apenas respiro y la voz de Miguel Núñez “The Impaler” se hace grande sobre toda la mezcla.

Esta apuesta por el death veloz y brutal prosigue en el tema que ha de dar nombre al disco. “Scars of a Sick Mind” redunda en dos minutos y medio donde batería literalmente vuela y no hay descanso. “Corpses in the Crawl Space” marca tres minutos y pico en el reloj y de primeras es lenta pesada, en su parte central baila entre el slam americanizado y el death más feroz y termina a medio gas, machacona y pesada pero sin excesos. “The Hand That Pulls the Strings” posee cierto regusto a death metal de toda la vida. Unas veces rápida como pocas, pero poseedora de uno de los mejores riffs del álbum, que aparece aquí justo cuando la aguja del velocímetro no marca zona roja. Intro al margen, el tema más corto del disco es este “Flowers of Flesh and Blood” que apuesta por pasajes algo más técnicos durante la parte central y se permite un descarado guiño al slam en su parte final. “Eaten Alive from Inside” retoma la tónica general de este “Scars of a Sick Mind” ofreciendo más y más velocidad, así como el cierre de “Pile of Shit” vuelve a girar hacia el slam por momentos, pero sigue poseyendo su buena dosis de blast beats y mala baba.

Adolecerá de falta de originalidad, sí, pero “Scars of a Sick Mind” no deja de redundar finalmente en un disco de brutal death metal que habrá de satisfacer a quienes gusten  del death ‘rápido y furioso’ donde los pasajes lentos y pesados por los que muchas bandas del género han optado en los últimos años con tan funestos resultados (apreciación personal) son los menos.

Texto: David Pérez Naves

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