Reseña: Trauma «Ominous Black» (Selfmadegod Records 2020)

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Octavo disco ya para los veteranos death metaleros polacos Trauma. Ellos son Artur «Chudy» Chudewniak (voz), Arkadiusz «Mały» Sinica (batería) y Jarosław «Mister» Misterkiewicz (coros, bajo, guitarra, samples…). “Ominous Black” fue grabado en el Traumatic Sound Studio y masterizado por Sławek y Wojtek Wiesławski en Hertz Studio, sitos ambos en su Polonia natal. Del arte del mismo se encargó el también polaco Mariusz Lewandowski. El disco vio la luz el pasado seis de marzo vía Selfmadegod Records. Sello polaco, claro.

Inside the Devil’s Heart” arranca el disco con trazas de death técnico asomando sobre una estructura de death metal clásico. Buen sonido en general, con guitarras potentes pero nítidas y voces bien presentes. Mucha melodía en el puente central, con unos certeros solos y final retorcido para un notable tema inicial. “Insanity of Holiness”, que resulta de primeras más rápida y agresiva, evoluciona hacia ritmos muy marcados, casi marciales. Hay una gran presencia del bajo en gran contraste con otros cortes del álbum. “Astral Misanthropy” acerca a estos veteranos polacos a tendencias más modernas, tanto en ese pesado y mil veces repetido riff que la conforma como en las ambientaciones que van apareciendo a lo largo de sus casi seis minutos. Monolítica y diferencial.

Soul Devourer” nos devuelve la velocidad inicial, pero también ciertos riffs de aire marcial que ya habíamos oído antes. Otra vez con el bajo muy arriba en las partes lentas y ausente cuando suben las revoluciones. Culmina con un par de llamativos solos en su parte central para desinflarse ligeramente al final. “Among the Lies” es el tema más corto del álbum. Un corte bipolar, muy veloz al principio y al final, con uno de los ejes centrales, atmosférico y a medio gas, que más han llamado mi atención de todo el disco. “I Am Universe” es con seis minutos largos el corte más extenso de todo “Ominous Black”. Para describirla cabría decir que antes siquiera de que oigamos la voz de “Chudy”, ya ha dejado más variedad en tempos y riffs que varios discos que he escuchado este año. En general hay más tecnicismo que velocidad. Y en particular, los mejores solos de guitarra de todo el álbum.

The Black Maggots” es el tema más marcial y matón del disco. Otros tienen partes aquí y allá que abrazan este tipo de ritmos y estructuras. “The Black Maggots” lo hace prácticamente de inicio a fin. Acabó entrando tras varias escuchas, pero puede resultar un tanto cansina. Le habría dado más cancha a ese inicio atmosférico de “The Godless Abyss”, pero no desdeño la apuesta por la velocidad desaforada que viene después. Se calma en la parte central, cómo no, para acomodar los consabidos solos de guitarra, filtrea con el groove después y culmina dejando asomar la cara más retorcida del trío polaco. Fácilmente mi favorita dentro de “Ominous Black”. La final “Colossus” son cinco minutos y medio de cocción lenta. Primero un inicio calmado a modo de introducción. Después un buen riff entrecortado sobre mucho doble bombo y para finalizar una buena ración de melodía. Un buen final.

La polaca es una escena que habitualmente cojo con pinzas en lo ideológico pero que acostumbro a degustar en lo musical. Este “Ominous Black” posee velocidad sin que Trauma sean Cannibal Corpse. También un buen despliegue técnico y pasajes atmosféricos, sin llegar a lo que hacen bandas como Gorguts. Están un poco en tierra de nadie y ahí se mueven como pez en el agua. Es un trabajo al que he tenido que dedicar varias escuchas, pero que ha terminado por engancharme. Cosa cada vez más complicada en este tiempo de virus, cuarentenas y discos de usar y tirar.

Texto: David Pérez Naves

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