Crónica: Malverde + Caballo Moldavo (Oviedo 26/4/2024)

La Salvaje y sus mejores galas se prepararon para recibir la presentación de “II”, flamante nuevo Ep de los chicos de Malverde, acompañados esta vez de los ínclitos Caballo Moldavo para una noche que prometía riffs gruesos y mucho voltaje. En un ecosistema donde la venta anticipada adquiere tintes casi mitológicos y lo muy desapacible de la jornada, quien más quien menos se esperaba una venta de tickets tirando a raquítica. No fue el caso. El público ovetense demostró tener ganas de rock and roll. Si algunos sacan pecho de cada fracaso, por qué no hacer lo propio de cada suceso.

Faltan veinte para las diez cuando toca reencontrarse con el establo. Caballo Moldavo, enfrascados en la grabación de su nuevo álbum, Breakdown Studios mediante, decidieron hacer un alto en sus obligaciones y dejarse caer por una Salvaje que, ya decimos, presentaba una gran aspecto para cuando deslizaron la inicial “El Cadáver”.

Y lo hicieron con uno de los mejores sonidos que les hemos disfrutado, y fíjate que, a día de hoy, no son precisamente pocas las veces que nos los hemos cruzado. El coqueto escenario de la sala, por tamaño, no ha lugar a muchos aspavientos. Pero la banda, pese a hallarse como digo en mitad de la grabación de nuevo material, hizo disfrutar de lo lindo en la fría noche ovetense.

Lionel Hooves dejó un gran solo en “El Demente” y la certeza de lo mucho que ha crecido como músico desde nuestro primer encuentro con ellos. Disfruté en buena medida de “El Cuervo”, con la frondosa base rítmica de Héctor Lynott y Jhonny Liver marcando el paso a uno de los temas más rotundos del cuarteto. También de “Réprobos”, que ha terminado por convertirse en una de mis favoritas del Ep al que daba nombre. Y mientras que “El Blues del Innombrable” descubre al mejor Reverendo G. Throat al micro, todo casa para que Caballo Moldavo nos aleje de cualquier estado cercano al letargo.

Ayudó en ello, siempre lo hace, “El Pantano”. También su habitual revisión del “Dirty Black Summer” de Danzig. Un tema “para arrimar cebolleta” que diría la voz moldava. De esas sesiones de grabación a las que aludía antes emergió “El Sueño”, corte de nueva confección y que apunta a fijo en futuros setlits, dueño como es de muchos de los tics que han ido configurando a la peculiar banda asturiana. Tanto o más se podría decir de “El Valle”. Desde luego que si pretendían meternos el gusanillo por su nuevo trabajo, cumplieron con creces.

No faltó a la cita su habitual “Misa Negra”, acompañada de un final “a serruchar”, que vuelve a corresponder al “Green Machine” de los estadounidenses Kyuss. El establo se escapaba por una noche de sus obligaciones y se presentaba en gran forma…

… pero esta era la fiesta de Malverde. O lo que es lo mismo: los The Magus Bronco en baterías y Tamo en guitarra solista, el ex The Punishers Hermes al bajo y Laria en voz y segunda guitarra. Presentaban su reciente Ep “II”, que se vino ayer para casa y del que pronto tendréis cumplida reseña por aquí.

Mientras llega ese momento, toca hablar del show del pasado sábado. Un set que arranca “Find My Way”. Porque qué mejor forma de presentar “II” que con el segundo tema de dicho trabajo. Al menos en la parte más cercana al escenario donde nos encontrábamos, el sonido no habría podido ser mejor. Parece mentira lo mucho que han crecido según qué salas de la región en un aspecto este tan fundamental como tantas veces ignorado.

La banda enlaza con “13” y es que, como dijo el propio Laria, “qué mejor forma de presentar el nuevo Ep que con temas viejos”. Se mueven entre el hard rock y el stoner y, por ahí, la rima con sus compañeros de cartel no va del todo mal tirada. En especial cuando “Pigs” deja uno de los mejores solos de la noche, a la par que extrae la versión más nervuda del cuarteto.

Lo decía antes, el escenario de La Salvaje puede no dar pie a mucho movimiento, pero realmente la banda sonó tan intensa y potente como esperábamos. Y el público lo pasó de lo lindo. Inclusive David Fernández e Godless Design, encargado del artwork del Ep y que, aun a pesar de las muletas, no quiso faltar a la cita. Las bromas entre banda y público fueron una constante, que es lo bonito de tocar para buenos amigos, pero nunca al punto de desvirtuar lo que no dejaba de ser un concierto de rock and roll con todas las letras.

Así las cosas, mientras “Santa Muerte” extrae de hecho la cara más intensa y ágil de los asturianos, “Mexica” hace lo propio con la más alucinada. No quisiera decir psicodélica, pero ciertamente uno de los cortes más exógenos del setlist. “The End Is Nigh”, con Laria reconociendo que es uno de los temas que más disfrutan tocando, nos encaramó en la parte final del set. La banda apenas dio descanso más allá de las habituales pausas para afinar entre tema y tema. Sonando tan sólidos como lo estaban haciendo, no había tiempo que perder.

Llegó el turno entonces de “Golem”, con Laria dando gracias por venir, comentando la grabación en OVNI Estudio con Dani Sevillano y saludando a David de Godless Design. Todo para confluir en una “Now I Know” que extrajo a los Malverde más veloces. Hechas las debidas presentaciones, también los agradecimientos a Caballo Moldavo, llegó el turno de encarar la dupla final: nada menos que una revisión malverdiana del “21st Century Schizoid Man” de los seminales King Crimson y una “Sisyphus” que viene a concentrar muchos de los vértices sobre los que pivota la propuesta de los asturianos. Estupendas guitarras dobladas en el solo para un gran final.

Y es que la oferta de grupos asturianos en las amplias lindes del hard rock no deja de crecer. Talento, buenas bandas y mejores conciertos. El del viernes lo fue y nos alegra que la gente respondiera en consecuencia, aún cuando las circunstancias no eran para nada propicias. Desde aquí nada más que mandar un gran abrazo a las buenas gentes de Caballo Moldavo y Malverde, también a los habituales que no fallan nunca y ya sabéis: nos vemos en el siguiente.

Texto: David Naves
Fotos: José Ángel Muñiz

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