Crónica: Saratoga + Endernity (Langreo 13/4/2023)

Tener todo un festival internacional de la cerveza artesana a escasos diez minutos de tren ya sería sobrado aliciente para poner rumbo a La Felguera. Si además la jornada cuenta con la participación de gente como The Black Panthys Party, Endernity o Saratoga y además el clima primaveral acompaña, qué menos que dejarse caer por allí.

Mucha, mucha, mucha gente en el FICAL cuando son alrededor de las ocho de la tarde. Una vez hecha la inspección de rigor, la obligada composición de lugar, al evento parece no faltarle de nada. Numerosos bancos y mesas, food trucks, dos escenarios y, claro, multitud de puestos donde degustar cañas, pintas y lo que se terciara.

Centrándonos en lo musical, puede que The Black Panthys Party no entren del todo en el tipo de música que acostumbramos a tratar de este medio. ¿Nos aburrimos con ellos? Desde luego que no. Su forma de entender el punk no podría ser más clásica, pero obedecen a una raíz crítica que rezuma sarcasmo, ironía y finos juegos de palabras. El “buenas noches, Fitur” con que nos recibieron, pienso, les define y les resume.

Había gente de casi todas las edades frente a ellos. Y mientras mantenían a la familia real en el centro de la diana, sin cuidado alguno por lo que puedan pensar fiscalía y demás instituciones del estado y mientras la cerveza seguía abriéndose camino por cientos de gaznates, nos divirtieron con su peculiar modo de interpretar el tiempo que nos ha tocado vivir.

Los madrileños Endernity no lo iban a tener tan fácil. Y fíjate que son una banda que teníamos ganas de ver. Sus dos álbumes de estudio, el debut “Disrupted Innocence” y su continuación del año pasado “Flesh And Bone Of Humanity” pasaron con buena nota por esta web, revelando a una banda con una personalidad muy marcada y las ideas bien claras.

Pero nada más bajar del tren y llegar al recinto, pude ver en la prueba de sonido que acudían a la cita langreana sin Juan Carlos Fernández “Litos”, bajista del cuarteto, por lo que nos las tendríamos que ver con una banda en formato trío y líneas de bajo disparadas.

Como disparada era la intro “Handful Of Dust” a eso de las diez y media, para inmediatamente dar paso a “Goddess Ishtar” y enfrascarse en una auténtica batalla contra los elementos. Primero, un público ajeno que en gran medida no te conoce. Segundo la comentada falta de “Litos”. Y tercero, una infección de garganta que afectó a su guitarra y vocalista Manu. Pero a pesar de todo ello no percibí que el sonido fuera malo del todo. Sin solución de continuidad enlazan con “The Dream Is Over” del debut y, a fin de cuentas, uno vislumbra una versión cuanto menos notable del ocasional trío.

No quiso el propio Manu, claro, olvidarse de la ausencia de su cuatro cuerdas y de hecho comentó que la falta se debía a un hecho luctuoso ocurrido en su entorno más cercano, por lo que no queríamos dejar pasar la oportunidad de mandarle desde aquí todo nuestro afecto acompañado del mayor de los abrazos.

Pero la vida sigue y el metal con ella. Manu aseguró que se dejarían la piel por su compañero y a buen seguro y dentro de lo difícil que a buen seguro era para ellos, supieron sacar adelante buenos temas como ese “Revenge” con un tremendo GoG a los parches. También una “Ignorance Celebration” que, aseguraron, centra sus miras en todos esos charlatanes que surgieron a rebufo de la terrible pandemia del COVID. Malditos sean todos y cada uno de ellos.

Insistió varias veces el frontman con aquello de seguir a la banda en redes. Es el signo de los tiempos, con el formato físico claudicando ante el streaming, nuestro nuevo dios. Rodri cambia su Strato por una Telecaster y el trío se mete de lleno en un repaso por su notable debut. Ahí destacó “Infinite Hell”, con Manu peleando como un titán contra su infección de garganta, y una “You Wont Bring Me Down” que, dadas las circunstancias, sonó a pura reivindicación por su parte.

Apuntada inicialmente en el setlist la balada “I Dream That I Can Fly” terminaría cayéndose del mismo. Los problemas de voz de Manu. Endernity nos dejaron en cambio la más vacilona “Bite Me” primero, un pequeño solo de batería después y finalmente las debidas y obligadas presentaciones. El mayor nervio de “In The Name Of God” despidió una cita llena de contratiempos. Endernity pelearon contra viento y marea, sabiendo hacerse grandes frente a la adversidad. Queda por tanto el deseo de verles al completo y en plenas facultades en el futuro. Que no duden les recibiremos con los brazos abiertos.

Mucha expectación para la enésima venida de los también madrileños Saratoga a tierras asturianas, que pese a lo reciente de su última visita, aquella en el Teatro El Llar de Corvera allá por octubre del pasado año, concitó a un gran número de seguidores frente al escenario grande del FICAL.

Pero lo cierto es que irrumpen con “A Morir”, no sin antes un pequeño paso en falso, y la banda no parece estar del todo cómoda. De hecho el sonido, en líneas generales, fue peor que en anteriores citas. Desde abajo dio la impresión de que el problema estaba en los monitores pero no son más que cábalas. De ello tal vez el que viéramos a Tete en una versión algo más diésel, reservándose en el tramo inicial del set para ya bien entrada la noche ser el frontman de siempre.

En honor a la verdad y aunque ya digo que el sonido era mejorable, la gente se lo pasó en grande. De clásico en clásico y tiro porque me toca. “Mi Ciudad” pero muy especialmente “Maldito Corazón”, con un poderoso Arnau a los parches, fueron encauzando para bien la más reciente (seguro que no última) venida de Saratoga a Asturias. Mención igualmente a Jero. Su último paso por la región había levantado ciertas dudas pero el sábado y aún a pesar de los inconvenientes, pareció volver a su mejor versión.

Preguntó Tete cómo teníamos nuestras gargantas. Si dispuestas para gritar o prestas únicamente para ingerir cerveza. Lo cierto es que enfrascados como están en esa gira treinta aniversario con un set que repasa lo mejor de su discografía, pocos fueron los temas de la época del pinteño que nos dejaron. Precisamente por ahí “No Sufriré Jamás por Ti” parece haber caído de pie entre los suyos.

Del mismo modo muy bien recibida “Ángel De Barro” y sorprendente “Las Puertas Del Cielo” por cómo entregó los coros más rotos y oscuros que le hemos escuchado a Niko Del Hierro en mucho tiempo. Tete, por su parte, no se olvidó de sus habituales juegos con la audiencia. Tampoco de su ya clásica bajada al foso durante “Resurrección”. Y, cosas de haberles visto tres veces en menos de un año, el cambio de pie de micro revela que está por venir la calma de “Si Amaneciera”, con un mar de móviles iluminando FICAL.

Como El Viento” puso una vez más la nota más power del veterano y curtido cuarteto para finalizar un set donde Saratoga se las vieron y desearon contra no pocas circunstancias adversas. Fue, claro, apenas un pequeño parón antes de los acostumbrados bises. Que sorprenden con la inclusión de “Mi Venganza” del “Morir En El Bien, Vivir En El Mal”, que anticiparía a las más predecibles “Vientos De Guerra” y “Perro Traidor”.

Desde luego no fue una mala versión de la banda pero sí es cierto que les hemos visto con mejor sonido en citas recientes. ¿Nos gustaron? Sí. No deja de ser un set construido a base de canciones que son auténticos himnos para una nutrida base de fans del heavy metal en la lengua de Cervantes. Pero regrabaciones al margen, son seis años ya sin nuevo material de estudio y al set no le faltan himnos pero quizá si algo de frescura.

Así las cosas, cansados pero contentos, aún nos quedó algo de gasolina en el tanque para disfrutar un rato de Me Fritos And The Gimme Cheetos y su punk de versiones improbables, que convertirían FICAL en una auténtica fiesta. Divertidos. Es cierto que toda vez se apaga el efecto sorpresa, el oyente más casual (es mi caso) echa en falta algo más. Aunque no termino muy bien de saber el qué. En cualquier caso ya digo que quienes se quedaron tras el bolo de Saratoga disfrutaron de lo lindo con los asturianos.

Pero a nosotros nos llegó la hora de recoger. Como calentamiento a los festivales que están por venir disfrutamos enormemente de la última edición del FICAL. En buena compañía, como siempre, con una organización que puso de su parte de cara a la redacción de esta crónica y en un marco que, por cercanía, nos trae tantísimos recuerdos del añorado Derrame Rock. Por muchos años.

Texto: David Naves
Fotos: José Ángel Muñiz

Saratoga cabeza de cartel del FICAL

Apenas 6 meses después de su paso por el Teatro El Llar de Corvera, Saratoga regresa a los escenarios asturianos como cabeza de cartel de la próxima edición del FICAL, el Festival Internacional de Cerveza Artesano de Llangréu que tendrá lugar del 12 al 14 de abril.

La cita de carácter gratuito con la banda madrileña será en la medianoche del sábado 13 de abril en la habitual ubicación del evento, las instalaciones de la Pinacoteca Eduardo Úrculo situada en la calle La Unión número 31 de Langreo. El resto de la oferta musical estará compuesta por la banda tributo a Black Sabbath Rat Sabbath, Flashback, La Mørgue, Los Berrones, Misiva, Soulvattore Di Groove, Pablo Valdés, Malvís, Endernity, The Black Panthys Party y Me Fritos And The Gimme Cheetos con el siguiente reparto de horarios:

Viernes 12 de abril
20:00 h.  RAT SABBATH (Escenariu Roces)
21:00 h. FLASHBACK (Escenariu Roces)
22:30 h. LA MøRGUE (Escenariu Principal)
00:00 h. LOS BERRONES (Escenariu Principal)
1:30 h. MISIVA (Escenariu Principal)
3:00 h. SOULVATTORE DI GROOVE (Escenariu Principal)

Sábado 13 de Abril
19:00 h. MALVÍS (Escenariu Roces)
20:30 h. THE BLACK PHANTYS PARTY (Escenariu Roces)
22:30 h. ENDERNITY (Escenariu Principal)
00:00 h. SARATOGA (Escenariu Principal)
1:30 h. ME FRITOS AND THE GIMME CHEETOS (Escenariu Principal)
3:00 h. SOULVATTORE DI GROOVE (Escenariu Principal)

Domingo 14 de abril
13:30 h. PABLO VALDÉS TRÍO (Escenariu Roces)

Crónica: Saratoga (Teatro El Llar de Corvera 20/10/2023)

Apenas meses habían transcurrido desde la última visita de la iguana a nuestra región y aquí teníamos de nuevo a las huestes de Niko del Hierro dispuestas a dar otra buena ración de heavy metal a la antigua usanza, en solitario y con la gravedad de un salto al vacío. Saratoga citaban esta vez a los suyos en el Llar de Corvera, residencia de anteriores ediciones de nuestro querido Rockvera Fest y que en una fría y aguada noche de octubre ofreció lo mejor de sí para recibir como se merece al cuarteto nacido y afincado en Madrid.

Apenas un minuto pasaba de las diez cuando suena la introducción que viene a anticipar la descarga. Con un gran telón como fondo y otro par de menores dimensiones como mayores detalles de su puesta en escena, el público asturiano, se hablaba de alrededor de unos doscientos tickets vendidos, recibió a la banda como se merece. “A Morir” sería el primero de los cortes que nos dejarían dentro de un set que, entre semana, Niko del Hierro anunció traería sorpresas.

Pero mientras quien más, quien menos aguardaba dichas gemas escondidas, bien están clásicos como “Mi Ciudad” y ese Tete siempre en forma, siempre sin negociar un esfuerzo, siempre al pie del cañón. El de Pinto, si bien un vocalista cuyas evoluciones sobre el escenario provocan todo tipo de reacciones, volvió a dejarnos toda su gama habitual de agudos, así como sus cada vez más presentes voces guturales. Un vocalista que ha ido ganando peso y tablas con el correr de los años y que encaja como un guante en la actual encarnación de la banda.

Una banda que siguió recorriendo su trayectoria. Porque si bien “El Vuelo Del Halcón”, que Novoa nos dedica a todos los presentes, pasa por ser uno de los cortes más recordados del periplo del vocalista en Saratoga, otro tanto se puede decir de “Maldito Corazón”, verdadero estandarte del que fuera su predecesor en el cargo. Más allá del solo que protagonizaría más adelante, cabe hablar también de un Arnau Martí que parece más en su salsa que nunca. Hay cortes como “Ángel De Barro” que han crecido una barbaridad con él tras la batería. El valenciano parece haber caído de pie en el seno de la formación y se nota. Muy suelto, firme en cuanto a pegada e incluso original a la hora de introducir los muchos cambios de ritmo. El valenciano se dejó la piel y de justos es reconocérselo.

De la entre comillas reciente “No Sufriré Jamás Por Ti” pasan a “Rojo Fuego” y el set parece abrazar principio y final mientras vemos a Niko con la fuerza y la intensidad de toda la vida. Puede sonar a tópico pero lo cierto es que por él parece no correr el tiempo. Siempre original a la hora de dar vida a las distintas líneas de bajo y sin escatimar ni un segundo en la búsqueda de la necesaria conexión con la audiencia. Una noche más podemos decir que el carabanchelero se tiene bien merecida su fama.

Con “Lejos De Ti” llega una calma que Novoa pide se ilumine con las luces de nuestros móviles. Qué habrá sido de nuestro amigo el mechero, piensa alguno. Aquí vimos algo fallón a Jero. Nada catastrófico, vaya por delante, pero desde luego sorprendente en alguien de su dilatada trayectoria. Tampoco seremos nosotros quienes nos cebemos con él, ya ves, si como diría aquél no sabemos tocar ni el triángulo, pero no faltamos a la verdad si decimos que le hemos visto en mejores condiciones.

Llegó entonces el momento de brillar para Arnau tras su kit de batería mientras sus compañeros se tomaban un pequeño descanso. Y a término, también para las sorpresas mediante una “Morir En El Bien · Vivir En El Mal” del disco homónimo de 2016 y que sorprendió al más pintado. La anticipada promesa de Niko, como podréis ver, no caía en saco roto. Tocó el turno entonces para la no tan inesperada “Las Puertas Del Cielo”, auténtica favorita de quien escribe y a tenor de lo visto y oído, también de mucho del público presente en el Llar.

Sería Novoa entonces quien se quedaría solo sobre las tablas, interactuando con la gente y sacando de cierto letargo al siempre diesel, frío e incluso acomodaticio público astur. Como ya dije antes, el frontman de Saratoga podrá generar todo tipo de reacciones encontradas pero en él ganas y profesionalidad nunca escasean. “Heavy Metal” sería otra de las piezas rescatadas del olvido, todo lo contrario que la más habitual y siempre poderosa “Resurrección”, con Arnau desatado tras el kit.

En lo personal, la segunda de las baladas de la jornada, la inevitable “Si Amaneciera”, se me hizo algo cuesta arriba. No así a un público que llevaría en volandas a la banda. Muy querida por su parroquia, es innegable. Sería entonces Niko quien se quedaría a solas en las tablas para un siempre llamativo solo de bajo, que la banda enlazaría después con uno de los cortes con más gancho de la era Novoa, que no es otro que “Como El Viento”, que finiquita el show… a falta de los bises.

Vimos algo justo ya a Tete en “Mi Venganza”, que dado el derroche de energía con el que afrontó el set, viene a ser lo normal, no fuéramos a pensar que el chico no es humano. Y en cualquier caso aún tuvo fuerzas para sacar adelante y con solvencia la irresistible dupla final que conforman “Vientos De Guerra” y “Perro Traidor”, a la que quizá le habría cambiado el orden pero que, de todas formas, ya sabéis que bien está lo que bien acaba.

Saratoga cumplieron en el Llar. Hora y tres cuartos de su acostumbrado heavy metal, salpimentado con varias sorpresas a lo largo del set y en donde no faltaron la debida comunión con su gente, sobre todo con la audiencia más joven y hasta el confeti. Treinta años en la carretera pero aún con ganas de divertir y pasárselo bien. Y aunque aquí y allá hubiera pequeños errores, tampoco podemos decir que fueran a mayores o empañaran la jornada. Nada más lejos.

Como siempre, agradecer a FNR Promotora por todas las facilidades y mandar un afectuoso saludo a Eneko Ramos, Melissa Suárez, Iván Canedo y José Miguel “Lago”. Nos vemos en el siguiente.

Texto: David Naves
Fotos: José Ángel Muñiz

Niko del Hierro advierte que hará sorpresas en Corvera

Ante el inminente retorno de Saratoga a los escenarios asturianos, Niko de Hierro a través del siguiente vídeo advierte que el set que preparan para la cita corverana contará con novedades y alguna sorpresa.

La cita con los madrileños será en el Teatro El Llar de Corvera el viernes 20 de octubre.

Entrada anticipada 20€ a través de Wegow
Entrada en taquilla: 25€
Entrada VIP: 35€
Entrada VIP Premium: 90€

Venta física:
– Librería Paradiso (Gijón)
– Cervecería El Lúpulo Feroz (Oviedo)
– Cervecería Cabanón (Avilés)
– Bar El Llar (Corvera)

Saratoga de nuevo en Asturias

Apenas 2 meses después de su paso por Puerto de Vega como cabezas de cartel del Unirock los madrileños Saratoga regresan a los escenarios asturianos todavía inmersos en su gira 30º aniversario presentando su último disco de estudio “XXX”. En esta ocasión la cita será en el Teatro el Llar de Corvera el viernes 20 de octubre.

Entrada anticipada: 20€ a través de Wegow
Entrada en taquilla: 25€
Entrada VIP: 35€
Entrada VIP Premium: 90€

Venta física:
Librería Paradiso (Gijón)
Cervecería El Lúpulo Feroz (Oviedo)
Cervecería Cabanón (Avilés)
Bar El Llar (Corvera)

Crónica: Festival Unirock (Puerto de Vega 19/8/2023)

Agosto va tocando a su fin y con él, uno de los festivales más y mejor arraigados de todo el panorama asturiano, no otro que el Unirock de Puerto de Vega, que vino a reunir en su edición de 2023 a La Tarrancha, Vhäldemar, Saratoga y Escuela de Odio. Estas dos últimas formaciones, cumpliendo nada menos que treinta años de trayectoria. Que no está mal.

Inclemencias del tiempo dieron al traste esta vez con el habitual recorrido por la localidad del llamado «Tributo Al Rock«. Sea como fuere y para cuando alcanzamos el recinto, la climatología no podía ser más adversa para una tarde de verano. Y dio igual porque la carpa del festival presentaba un aspecto a rebosar. Allí que estaba el mencionado tributo animando a la concurrencia mientras las distintas bandas probaban sonido. Metallica, The Cult, Ghost, Pearl Jam…. de todo y para todos dentro de una de las señas de identidad del evento año tras año.

El reloj apenas marca las 20:30 cuando la agrupación de ska-fusión La Tarrancha toma el escenario principal del Unirock. La banda, esta vez en formato septeto, inunda todos los rincones del pueblo de espíritu reivindicativo y ritmos bailables para conseguir una gran acogida por parte de una audiencia del todo receptiva a su propuesta.

Una propuesta que puede resultar poco afín al tipo de géneros que tratamos en estas páginas. Lo cierto es que pese a lo numeroso de su puesta en escena, el sonido que se puede percibir frente al escenario difícilmente podría ser mejor. “Unirock ye sinónimu de ilusión” proclama su líder Delfo. A tenor de lo bien que se dio la jornada, también de profesionalidad.

Ni siquiera el hecho de acudir a la cita con su “batería suplente” tras los parches aguo el buen hacer del combo asturiano. Alegres pero contestatarios, ahí queda su apoyo a las 6 de la Suiza, tan aguerridos como risueños, armados con su habitual espíritu crítico y propiciando los primeros bailes de la jornada. Con la lluvia, además, dando tregua, lo que al llegar nos pareció apuntaba al desastre, empezó a ser visto con mejores ojos.

Son las diez cuando Pedro J. Monge y su banda salen al escenario grande del Unirock. Esta vez en formato cuarteto y con toda la intención de seguir confirmándose como una de las bandas más atractivas del actual panorama heavy metalero estatal. Siempre con el indomable Carlos Escudero al frente y buenos temas como el inicial “Death To The Wizard!”.

Los de Barakaldo le echaron ganas y arrojo a la cita. Tirando de clásicos y fiando gran parte de su actuación a los siempre flamígeros solos de Monge y al carisma de Escudero, quiso el vocalista no obstante acordarse de Manu Monge, el Oso, hermano de su compañero guitarrista, fallecido hace ahora un año. Fue la nota emotiva dentro de un show que, más allá de eso, se condujo por los cauces habituales en la banda baracaldesa.

Esto es: heavy / power metal ardiente y cortes tan efectivos como “Metalizer” o “Fear”, con el bajista Raúl Serrano acompañando a Escudero en tareas vocales. Viene siendo habitual que al inquieto vocalista se le quede pequeño todo escenario que pisa. No fue menos en su visita al Unirock de este año donde, inalámbrico en mano, no dudó en perderse entre la concurrencia, aprovechando para presentar al resto de la banda.

Siempre ingobernable, ni siquiera dudó en arrebatar la guitarra del propio Monge y amagar nada menos que “Kingdom Come” de Manowar. Echao pa’ lante como pocos frontman de nuestro territorio. De hecho el final, cómo no con la ineludible “Energy”, daría con los huesos de Escudero sobre las barras del festival. Nos supo a poco, apenas sesenta y cinco minutos, pero lo disfrutamos como siempre.

Eran las once y media cuando las huestes de Niko del Hierro irrumpían en escena para con “Tras Las Rejas” confirmar que parecen en mejor forma que nunca. La banda, que como ya sabréis completan Jero Ramiro a la guitarra y Tete Novoa al micro, venía con su nuevo batería Arnau Martí, quien a tenor de lo visto el sábado, parece llevar toda una vida en la agrupación con base en la capital.

Y es que Saratoga arremeten con “No Sufriré Jamás Por Ti” o la más clásica “Maldito Corazón” y todo parece ir sobre ruedas para ellos. Siempre ha sido el tipo de banda que se crece en comparación a sus distintas encarnaciones en estudio y la cita de Puerto de Vega no fue una excepción. Puede llevar dieciséis años en el seno de la banda que aun así siempre algún despistado (por no llamarle otra cosa) que grite el nombre de Leo Jiménez. Lo cierto es que su sucesor en el cargo se vació en el escenario del Unirock mientras lidiaba con líneas de voz, en buena parte de los casos, nada amables. Sirva la poderosa “A Sangre Y Fuego” como ejemplo.

Tras ella, había que coger algo de aire, Saratoga dejan una “Lejos De Ti” que conduce, a su vez, al primero de los solos, en este caso de su batería Arnau, con el Noctem o Rebel Souls destapando el tarro de las esencias que diría un clásico. Aunque para clásico, “Las Puertas Del Cielo”, uno de los cortes con mejor acogida de la noche.

La nota íntima de la noche la pondría el propio Novoa invitando a una pareja a subirse al escenario para una “Si Amaneciera” que vino a poner la segunda nota calma del set. Decisión que, al menos donde servidor se encontraba, generó todo tipo de opiniones.

Imprevistos estuvieron a punto de aguar “Vientos De Guerra”, que la banda detuvo para retomar desde el principio, esta vez sin mayores complicaciones. Lo cierto es que la parte final del show no sería fácil para ellos. Diversos problemas con la guitarra de Jero y también el bajo de Niko estuvieron a punto de dar al traste con el set justo en el punto que se suponía culminante.

Casi es una obviedad decir que esta es una banda sobrada de tablas y que tampoco la cosa fue a mayores. Ese final con “Resurreción” donde Tete se da su particular baño de masas da buena fe de ello. Podrán gustar más, podrán gustar menos pero rara es la vez que fallan.

La banda de hardcore originaria de la cuenca del Nalón vino como viene siendo habitual en el evento a cerrar con la propuesta más extrema del mismo. Al menos en lo que al escenario grande se refiere tras su sorprendente paso a media tarde por el tributo al rock para dejarnos una castellanizada interpretación del «Seek & Destroy» de Metallica que hizo las delicias de la parroquia. Son treinta años los que contemplan a Escuela de Odio pero en Puerto de Vega mostraron una vez más un ímpetu y una intensidad digna de bandas mucho más jóvenes.

Y aunque la guitarra del también Blast Open y Sound Of Silence Nefta amenazó con aguarles la fiesta, apenas fue un percance de unos pocos segundos. Para cuando suena la muy clásica “Diferencia”, todo encauza hacia el curso apropiado de las cosas. Huelga decir que fue con mucho la banda que mayores pogos y bailes generó en la audiencia. Se podría decir que cayeron de pie, con un gran sonido y un público, aún a las altas horas que eran, entregado y muy por la labor.

Cortes más recientes como “Gasolina Al Fuego” o “Hardcore Is My Life” conviven con ofertas ya clásicas del quinteto como “Los Antidisturbios Invaden La Cuenca Minera” o la versión de KortatuZu Atrapatu Arte” sin negociar un solo esfuerzo. Como reza el dicho, siempre certeros.

Y tocó recoger ya con el cansancio haciendo mella de manera notoria en nuestros castigados organismos. Sea como fuere nuestras sensaciones, un año más, no pueden ser mejores. En particular porque la meteorología respetó cuando todo hacía indicar lo contrario, porque pese a lo desapacible de la jornada vimos una buena entrada en el recinto del festival y también por el buen sonido que, en líneas generales, desarrollaron las cuatro bandas grandes del cartel.

Y aunque siempre encontremos aspectos a mejorar, o cosas que uno haría de un modo diferente, el engorro de cada festival con el cambio de moneda, una jornada en total camaradería, un ambiente sano y, como detalle al que la Asociación Unirock cuida como pocos: la nutrida presencia de gente muy joven, encargados como son de recoger el testigo de vejestorios como nosotros.

En definitiva y usando la célebre frase del hijo de Kirk y Luann Van Houten: “todo ha salido a pedir de Milhouse”. El año que viene más y mejor.

Texto: David Naves
Fotos: José Ángel Muñiz